Usar ChatGPT para crear contenidos digitales es algo que puedes hacer ahora mismo y totalmente gratis. También puedes hacerlo con Google Bard. La Inteligencia Artificial ya está entre nosotros, y no como un constructo teórico o como materia de estudio académico sino en la forma de herramientas sencillas y eminentemente prácticas.
A diferencia de otras tecnologías, se nos ha liberado sin prácticamente introducción previa, dejándonos algo desorientados ante el interfaz de un chat al que podemos preguntar cualquier cosa. Y la dificultad está precisamente ahí: ¿qué le preguntamos? ¿Para qué sirve una vez que dejamos de hacer las clásicas tonterías de preguntarle por nosotros mismos o por cuestiones existenciales a las que no va a saber responder?
A día de hoy, los dos principales motores de Inteligencia Artificial que tenemos a disposición para experimentar son ChatGPT y Google Bard. El primero ha sido desarrollado por OpenAI, una empresa de soluciones de Inteligencia Artificial levantada gracias a las inversiones de varios gurús de Silicon Valley (entre ellos Elon Musk y Peter Thiel -fundador de PayPal-).
Bard es el contra-ataque de Google para no quedarse atrás en el campo de la Inteligencia Artificial, si bien podrían alegar que siempre estuvieron en la vanguardia ya que el algoritmo de Google tiene mucho de Inteligencia Artificial.
ChatGPT y Google Bard cuentan con algunas diferencias en las que no nos vamos a entretener ahora (puedes consultarlas en este artículo de Gizmodo) y que se resumen fundamentalmente en:
Aunque explicar el funcionamiento de estos motores de Inteligencia Artificial puede ser muy complejo, también podemos hacerlo bastante sencillo. Sintetizando mucho, se trata de algoritmos con capacidad para mejorar por sí mismos a medida que son entrenados. En los inicios de la inteligencia artificial, este entrenamiento era supervisado por humanos, que categorizaban las informaciones suministradas para así aportar un contexto. Actualmente, este entrenamiento no es supervisado y las máquinas se enfrentan por sí mismas a enormes cantidades de información sin categorizar. Su reto es poder categorizar por sí mismas, comprender y aprender de sus errores. Para hacerlo siguen una serie de reglas lógicas (el algoritmo en sí mismo), que imitan el funcionamiento del cerebro humano.
¿Por qué estás oyendo hablar tanto de estos inventos? Por un lado, porque ha habido avances importantes en la sofisticación de sus capacidades. Pero sobre todo se debe a que OpenAI emprendió una estrategia audaz al sacar ChatGPT a disposición del público y de manera gratuita. En realidad, el formato no es tan disruptivo, ya que es un chatbot con el que conversar como los que ya existían. El cambio está en la inteligencia que alimenta a ese chatbot. Por muy versión experimental que sea ChatGPT, su lanzamiento obligó a Google a apresurarse con Bard, a Facebook a anunciar que está trabajando en LLaMa, a Microsoft a incorporar el algoritmo de ChatGPT en su buscador Bing…
Todos los grandes están corriendo para conseguir posicionarse como el referente en Inteligencia Artificial, pero lo que a ti te importa es que estamos hablando de robots con los que puedes hablar para ordenarles que trabajen para ti. Las órdenes se llaman prompts y es importantísimo que te esfuerces en crear prompts para ti, que detallen todas tus necesidades. No te preocupes por enrrollarte, ya que los robots nunca se aburren. Si sabes inglés, te recomendamos consultar este inventario de prompts para IA que otras personas están usando (y que va creciendo a medida que la gente comparte los que se inventa). Pueden servirte de inspiración para empezar a crear tus propios prompts.
Estas herramientas de Inteligencia Artificial, seguramente muy modestas en comparación con lo que veremos surgir en pocos años, pueden utilizarse ya, son gratuitas y pueden ayudarnos en la creación de contenido. Resolvemos el bloqueo inicial: ¿qué le tienes que preguntar para que te ayude?
Es perfectamente posible, y muy fácil, preguntar a ChatGPT o a Google Bard cuál debe ser tu estrategia al generar contenido digital. Por ejemplo: si eres un blog especializado en moda, ¿cómo puedes ganar dinero a base de escribir post?, ¿cuál es el camino? Y si eres una pequeña pizzería con una web humilde, ¿cómo te ayuda el contenido digital a obtener beneficios?
Las respuestas de la Inteligencia Artificial van a ser más sofisticadas de lo que esperas, pero la clave es que también debe ser sofisticada tu consulta. Se llaman prompts y no basta con escribir «¿cómo puedo ganar dinero?» sino algo más elaborado. Para los ejemplos sugeridos:
Tengo un blog especializado en moda y necesito ganar dinero. Necesito que me expliques cuáles son las mejores maneras para conseguirlo y en cuál de ellas concentrar mis esfuerzos en una primera fase.
Soy dueño de una pequeña pizzería y tengo una web modesta. ¿Cómo puede ayudarme el contenido que publico en esa web a conseguir clientes?
La consecuencia lógica de este tipo de prompts es pedirle a la Inteligencia Artificial que te ayude a encontrar temas sobre los que escribir. Es importante que seas específico y le expliques a qué te dedicas y cuál es tu objetivo. Tanto ChatGPT como Google Bard te ofrecerán multitud de temáticas sobre las que hablar. Podrás (y deberás) exigir aclaraciones, como por ejemplo a qué se refiere exactamente con cada una de sus sugerencias o, algo muy útil, plantearle varias ideas y que juzgue cuál es la más interesante para tu público en ese momento. No le dejes escapatoria. Exígele en un prompt:
te voy a plantear varias ideas de contenido y tienes que decirme cuál es la que más interés despierta ahora mismo entre el público. Quiero que elijas solo una.
Debes también pedirle que te haga un keyword research, es decir, que seleccione las palabras clave en torno a las que deberán orbitar tus contenidos para posicionar en el buscador de Google. Aunque lo que te va a ofrecer no va a ser un keyword research de gran profundidad, el resultado es suficiente para iniciarse en la creación de contenido optimizado para SEO, sobre todo si eres un negocio pequeño.
Como estratega, la Inteligencia Artificial puede acompañarte y asesorarte, aunque no es nada recomendable que te dejes sustituir por ella, ya que siempre le va a faltar el contexto y el olfato que, a día de hoy, solo tú tienes sobre tus objetivos. Sin embargo, como brazo ejecutor, como currito incansable, es donde ChatGPT y Google Bard dan lo mejor de sí. A fin de cuentas, los robots no se quejan por más que les hagas trabajar:
Voy a pasarte una lista de posibles clientes.
Pondré el nombre de la persona a la que nos vamos a dirigir y después, separado por una /, el sector al que se dedica su negocio. Lo que quiero es que escribas un email personalizado para cada uno de ellos. Hay que intentar despertar su interés en nuestro producto para así conseguir reunirnos con ellos.
Como ya estarás comprobando, la irrupción de la Inteligencia Artificial podría poner en riesgo un buen número de figuras laborales. La manera positiva de verlo es que debería ocuparse de la parte más automática y en la que menos valor se aporta, dejando tiempo a los humanos para centrarse en las partes más «sensibles» e imposibles de robotizar.
Tanto ChatGPT como Google Bard pueden ayudarte a generar contenido convirtiéndose en tus especialistas de:
Y tras todo esto, ¿qué sentido tiene contar con una agencia de Contenidos hecha por y para humanos? ¿No sería suficiente dejar que la Inteligencia Artificial se ocupase de todo?
La respuesta es NO. Por muchos motivos, pero sobre todo dos:
Usa la Inteligencia Artificial en tu provecho, como un siervo que debe hacer el trabajo sucio. Pero no te olvides de fortalecer aquellas facetas en las que tanto ChatGPT como Google Bard más flaquean. La creatividad. La audacia. El sentido del humor. Hay cosas que un robot no va a poder entender por más que se las expliques… pero un humano las captará al primer guiño.
En Contineo estamos aquí para ayudarte a encontrarte a ti mismo y ser único. La estrategia editorial también consiste en saber redactar los prompts que harán que la Inteligencia Artificial encuentre respuestas a tu medida. Cuanto más únicas sean tus preguntas, más únicas serán las respuestas.
Cookie | Duración | Descripción |
---|---|---|
_ga | 11 months | Cookie analítica de Google Analytics para analizar el tráfico de la web y mejorar sus contenidos. No recoge datos personales. |
_gat_gtag_UA_190674477_1 | 11 months | Cookie de Google Analytics para verificar la propiedad del sitio. No recoge datos personales. |
_gid | 11 months | Cookie analítica de Google Analytics para analizar el tráfico de la web y mejorar sus contenidos. No recoge datos personales. |
Cookie | Duración | Descripción |
---|---|---|
_ga | 11 months | Cookie analítica de Google Analytics para analizar el tráfico de la web y mejorar sus contenidos. No recoge datos personales. |
_gat_gtag_UA_190674477_1 | 11 months | Cookie de Google Analytics para verificar la propiedad del sitio. No recoge datos personales. |
_gid | 11 months | Cookie analítica de Google Analytics para analizar el tráfico de la web y mejorar sus contenidos. No recoge datos personales. |